Entre los Valles Sagrados de Perú, hay dos lugares misteriosos que revelan sus secretos al viento: las resplandecientes salinas de Maras y las terrazas redondeadas de Moray. Estas maravillas muestran la creatividad y la profunda conexión con la naturaleza que definieron a la civilización inca. Aquí hay 10 secretos impresionantes para disfrutar y prepararse para su próxima aventura en Maras Moray Peru.
Sobre las Salinas de Maras Moray Peru
Esta salina andina es una maravilla única que se dice surgió de las lágrimas de la Pachamama, la Madre Tierra, al igual que el salar de Uyuni. Consta de más de 3.000 lagunas de evaporación excavadas en la ladera de la montaña, formando un mosaico incomparable que brilla bajo el sol andino. La sal que se produce en estas lagunas es una sal blanca natural que se ha atesorado durante siglos. Aunque, esta atracción peruana también cuenta con los siguientes hechos:
- El arte atemporal de la producción de sal en Maras: Maras cuenta con una larga historia de producción de sal que se remonta al año 300 a.C., incluso antes de los incas. Por cierto, los incas mejoraron y perfeccionaron esta técnica, transmitiendo sus conocimientos a través de generaciones y del camino inca. En la actualidad, más de 400 familias mantienen esta larga tradición, extrayendo con determinación la sal de las mismas lagunas mediante técnicas que han permanecido inalteradas durante siglos.
- Una paleta de colores compuesta por la naturaleza y el sol: La sal de Maras se distingue de la sal común del supermercado por sus colores brillantes. El óxido de hierro de los estanques confiere a la sal un ligero tono rosado, mientras que la presencia de algas le añade encantadores tonos esmeralda. Cada color representa una composición mineral distinta del suelo, similar a la montaña del arco iris. Esta composición afecta al sabor y la textura de la sal.
Además, el arroyo y los estanques de evaporación de Pichingoto son famosos por su preciosa sal rosa y sus prístinos cristales blancos. Su esencia mineral pura ofrece una experiencia inolvidable fuera de lo común. - La danza de las fuerzas humanas y de la naturaleza: El sol y los andinos trabajan juntos para crear estas lagunas saladas. Una corriente de agua cristalina llena las lagunas y, bajo la implacable mirada del sol, el agua se evapora, dejando tras de sí un lecho de relucientes cristales de sal. El viento refina aún más los granos, creando una sal de una pureza excepcional, libre de impurezas y con un perfil mineral único para la cosecha.
- Armonía sostenible: A diferencia de los métodos destructivos para el medio ambiente de la extracción industrial de sal, Maras utiliza un enfoque sostenible. Cada familia mantiene un conjunto de estanques y recoge la sal cada pocas semanas. Esta cuidadosa gestión garantiza un uso responsable del recurso y una relación armoniosa con la tierra.
- Nivel de salinidad: La sal de Maras es un producto excepcional por su pureza y alta concentración de cloruro sódico, que supera el 97%. Como resultado, su contenido de sodio es ligeramente inferior al de la sal común que se vende en el mercado. Los incas utilizaban la sal de Maras no sólo para el consumo, sino también para secar pieles de alpaca y elaborar cecina para comerciar con la población de Lima, Ica, Cusco y Puno.
Sobre las Terrazas Agrícolas Circulares de Moray
Cerca de Maras se encuentra Moray, un enigmático lugar ubicado en una profunda hondonada. Sus terrazas concéntricas parecen un gigantesco anfiteatro, estas terrazas circulares descienden y cada nivel revela un microclima diferente. Esto no solo fue una maravilla arquitectónica como Machu Picchu, sino también un laboratorio, un testimonio del gran conocimiento de la agricultura de los incas, y aquí tienes algunos datos fascinantes de Moray:
- Escalera a los microclimas: A medida que se desciende por los 12 niveles de Moray, las temperaturas pueden descender hasta 15°C (27°F). Esta variación permitió a los incas probar diferentes cultivos en distintas condiciones. Uno puede imaginarse degustando maíz en un nivel bañado por el sol y papas en uno más fresco, ¡todo dentro de un corto paseo!
- El laboratorio agrícola de Moray: Los incas no sólo reprodujeron diferentes altitudes, sino que también manipularon factores como la luz solar, la humedad y el viento mediante la colocación precisa de las terrazas. Esto les permitió probar las condiciones ideales de cultivo y la resistencia de los cultivos en diversos entornos.
- El agua es esencial para la innovación: Las terrazas no eran meras estructuras pasivas; formaban parte de un intrincado sistema de irrigación. Los incas canalizaban el agua de manantiales naturales a través de una red de canales de piedra, asegurándose de que cada nivel recibiera la cantidad perfecta de humedad independientemente de las precipitaciones. Este dominio de la ingeniería hidráulica fue crucial para su éxito agrícola en todo el maras moray peru.
- Más allá de los cultivos básicos: Aunque el maíz y la papa fueron indudablemente importantes, la evidencia sugiere que los incas experimentaron con una variedad más amplia de cultivos en Moray. Frutas de la selva baja (donde se encuentra Choquequirao), hierbas e incluso coca pueden haber crecido en estas terrazas mientras los incas trataban de optimizar el crecimiento y descubrir nuevas fuentes de alimentos.
- Un cráter debajo: La depresión de Moray es un sistema de terrazas agrícolas creado por el hombre, a diferencia de los cráteres tradicionales formados por procesos geológicos. Los estudiosos teorizan que el propósito del cráter y las avanzadas técnicas agrícolas utilizadas en Moray muestran el ingenio de los ingenieros incas y su sofisticada comprensión de la agricultura en el entorno andino de gran altitud.
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